Los 5 mitos más populares sobre nutrición.
Seguro que alguna vez te han dicho que el pan oscuro es mejor que el pan blanco, que tienes que beber 8 vasos de agua al día o que no es bueno comer por la noche porque engordas. Y al escucharlo tantas veces, incluso habrás pensado en comenzar a practicar alguno de estos hábitos “saludables”, ¿verdad?
Pero, a veces, no es oro todo lo que reluce y hay más ficción que realidad en lo que creemos cierto.
Por eso, hoy te revelamos las verdades y mentiras sobre los 5 mitos más populares sobre nutrición:
Los alimentos sin colesterol son saludables para el corazón
Siempre es bueno limitar el consumo de alimentos ricos en colesterol para mantener una salud óptima.
Pero ¿sabías que la cantidad de grasas saturadas y grasas trans que consumes puede resultar incluso más perjudicial para tu salud que el colesterol?
Muchas veces, los alimentos catalogados como productos “sin colesterol” contienen elevadas cantidades de grasas saturadas y grasas trans que provocan la obstrucción de las arterias.
Lee detenidamente la etiqueta de información nutricional de cada producto y comprueba qué cantidad de grasas saturadas y grasas trans contienen los alimentos que vas a comprar.
Llena tu carro de la compra de cereales integrales, verduras, frutas, legumbres, frutos secos y semillas, todos ellos alimentos naturales saludables para tu corazón. De esta forma, evitarás la obstrucción de las arterias y, por tanto, tu corazón se mantendrá sano.
El pan oscuro es más nutritivo que el pan blanco
El color del pan no determina su valor nutricional.
Si al observar la etiqueta de información nutricional compruebas que el primer elemento de la lista de ingredientes no es trigo 100 % integral o cualquier otro cereal integral, como la avena o cebada, sé prudente.
Pan de trigo no significa pan de trigo integral y “harina de trigo enriquecida” es el término extendido para designar la harina blanca.
Además, el pan oscuro puede tener caramelo u otros colorantes añadidos, por lo que es probable que el color de tu “pan oscuro integral” no sea más que el disfraz de un pan blanco.
El pescado es la mejor fuente de obtención de ácidos grasos omega 3
A las grasas omega 3 se les atribuyen un sinfín de beneficios para la salud, desde impulsar el desarrollo cerebral de los niños hasta mejorar la función cognitiva de las personas mayores. No obstante, su efecto más conocido es el de proteger el corazón contra diversas enfermedades.
Existen 3 tipos de ácidos grasos omega 3 esenciales para mantener una salud de hierro: el EPA, el DHA y el ALA.
Los ácidos EPA y DHA solo se pueden obtener de suplementos derivados del pescado y de origen marino. El ALA, en cambio, se encuentra en productos de origen vegetal como las semillas de soja, la linaza, las nueces y el aceite de colza (canola).
Sin ALA, tendrías la piel escamosa y problemas en el crecimiento del cabello y la curación de heridas. Y el EPA y el DHA ayudan a disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares gracias a su potente efecto reductor de triglicéridos.
En conclusión, el EPA, el DHA y el ALA son grasas omega 3 que proporcionan muchos beneficios saludables, y todos y cada uno de ellos son esenciales para mantener una buena salud. Por este motivo, no se puede afirmar que la mejor fuente de ácidos grasos omega 3 sea solo el pescado.
Comer a altas horas de la noche engorda
Las calorías son calorías, no importa a la hora a la que se consuman. No hay un momento mágico del día en que tu cuerpo decida que las calorías que ingieres van a almacenarse como grasa.
Si sueles comer demasiado después de la cena, es este exceso lo que está saboteando tus esfuerzos por controlar tu peso, no la hora del reloj.
Para algunas personas, la norma de “no más calorías después de las 20h” es una dieta estratégica eficaz porque resulta en un menor consumo de calorías y grasas saturadas a lo largo del día.
Pero ¿qué ocurre si cenas tarde o tienes hambre antes de acostarte? No te lo pienses dos veces y come. Alimenta y nutre tu cuerpo. No existe ningún peligro si equilibras tus calorías durante el día y no te atiborras de comida basura.
Además, si has realizado ejercicio por la tarde, el hecho de comer o no por la noche no es una opción, sino una obligación. Debes comer para recuperar los nutrientes que has perdido y, dependiendo del tipo de actividad realizada, deberás consumir agua, electrolitos, hidratos de carbono y proteína.
Hay que tomar 8 vasos de agua al día
No hay necesidad de medir tu ingesta de agua diaria.
Además, puedes cubrir tus necesidades de agua con diferentes productos: agua corriente, agua saborizada, bebidas gaseosas, zumos, leche, así como fruta y pasta y arroz cocidos. Incluso con café y té, pues su contenido en agua compensa la cafeína.
Todas las bebidas e incluso alimentos contribuyen a tus necesidades de líquidos. Bebe hasta saciar tu sed excepto durante y después del ejercicio intenso, donde es probable que necesites beber de acuerdo a un programa.
Ten cuidado con las creencias populares. La mayoría de las veces no tienen fundamento y no están respaldadas por la ciencia. Antes de practicar un hábito “saludable”, busca información que corrobore la certeza de los supuestos beneficios que estás persiguiendo.